lunes, 18 de agosto de 2008

LOS LEONES


LEÓN
Por su vigor y sus hábitos predadores el león se ha considerado durante siglos como el "rey de la selva". Todavía sobrevive el mito de los poderes sobre naturales del león, ya que hay quien cree que comer o llevar encima partes de un león, puede revivir poderes perdidos, curar enfermedades y conseguir la inmunidad frente a la muerte. Por suerte, son muchos los que se conforman con observar y fotografiar a este animal magnífico.
En otro tiempo, la distribución de los leones fue mucho más amplia que la actual. Los escritos de Aristóteles comentan la presencia de leones en Grecia en fecha tan reciente como 300 a. C., y los cruzados se encontraban con frecuencia a leones en sus viajes por Oriente Medio.
Como otros miembros de la familia de los félidos, el león tiene un cuerpo esbelto, compacto, musculoso y con un pecho amplio. Su cabeza es redonda y corta, y luce unas prominentes vibrisas. El cráneo está bien adaptado para dar muerte y devorar a sus presas. Visión y oído son de mayor importancia que el sentido del olfato para localizar las presas. Como en la mayoría de los félidos, los leones machos adultos son más grandes que las hembras adultas (de un 20 a un 35%, incluso un 50% más pesados) Ello les procura una notable ventaja en la alimentación, donde pueden competir con otros y robar carroña para sí, pero en realidad los machos de una manada sobreviven casi exclusivamente por las presas muertas por las hembras.
El papel principal del macho en la manada consiste en proteger el territorio y a las hembras contra los otros machos; su tamaño también constituye una ventaja en este aspecto. La espléndida melena del macho confiere el aspecto de un gran tamaño sin los inconvenientes de un aumento de peso. Las luchas no suelen acabar en guerra por que el más pequeño de los dos leones percibe su desventaja se retira antes de empezar. La melena también sirve para protegerse de golpes.

Los leones comparten dominio con otros animales carnívoros, cada uno de los cuáles puede alimentarse con muchas de las mismas especies que son presas de los leones. Todos ellos cazan animales que pesan menos que 100kg, pero solo los leones mata con regularidad a presas con peso superior a los 250kg. Asimismo los leones tienden más a matar presas adultas y sanas.
La madurez sexual puede conseguirse a los 24-28 meses en cautiverio y a los 36-48 en libertad, diferencia que puede deberse a factores de la nutrición. Las hembras son sexualmente receptivas más de una vez al año, y este periodo les dura de 2 a 4 días. El intervalo entre ciclos es muy irregular y puede variar entre dos semanas y varios meses. La ovulación es inducida por la copulación.
La gestación es corta para tratarse de un mamífero grande:100-119 días. En consecuencia los cachorros son muy pequeños al nacer y pesan menos del 1% del peso del adulto. La reproducción se produce a lo largo del año, aunque varias hembras de una manada pueden parir el mismo mes. Las hembras crían juntas a los cachorros y amantan a cualquiera de ellos. Los tamaños entre uno o cinco con un promedio de dos o tres. Los cachorros son destetados gradualmente y empiezan a comer carne a los tres meses, si bien siguen amamantándose hasta los seis meses en las cuatro mamas de la hembra. La mortalidad de lo cachorros es alta, ya que un 80% pueden parecer antes de los dos años de edad. Una hembra adulta producirá su siguiente camada al producirse los dos años de edad sus cachorros. Si perece toda la camada, se apareará poco después de la muerte del último cachorro.
La manada del león suele consistir en 4 a 12 hembras adultas emparentadas, sus crías y 1 a 6 machos adultos. Los leones pasan la mayor parte de su tiempo en un grupo dentro de la manada. Los machos de las manadas pueden estar emparentados entre sí, pero generalmente no lo están con las hembras. Los limites territoriales se mantienen mediante el rugido, las marcas de orina y las rondas.
Una manda cubrirá una zona entre 20 y 400 Km2, según el tamaño de la misma y la cantidad de caza disponible. Las grandes manadas pueden coincidir con los elementos de las vecinas, aunque cada una tiene una zona central para su uso exclusivo.
El tamaño máximo de un territorio depende de la capacidad de la manada para defenderlo y por el punto en el que la conexión social podría llegar a romperse.
Por su escasa o nula capacidad para la captura de presas, los cachorros suelen pasar hambre su primer año de vida. Las hembras adultas hasta llegan a impedir que su progenie se alimente en periodos de escasez de comida. Incluso en momentos de abundancia los cachorros pueden perecer por inanición si sólo se da muerte a animales pequeños, debido al predominio de los adultos sobre la presa. A los 18 meses los cachorros están suficientemente preparados para asegurarse el sustento matando.
Los parentescos de sangre entre leones se descubren manteniéndose descubre manteniendo un historial de individuos conocidos. En el núcleo de una manada de leones hay de 4 a 12 hembras emparentadas entre sí por haber crecido entre descendientes de hembras unidas también por vínculos familiares. Si una manada persiste durante generaciones y rebasa su óptimo numérico, las hembras subadultas sobrantes son expulsadas.

martes, 12 de agosto de 2008

PERRITOS


Cuidados del cachorro: Lo primero que debe hacer un criador cuando nacen sus cachorros es colocarles en las mamas de la madre, para que tomen cuanto antes su primera comida, calostro, que contiene anticuerpos. Los anticuerpos inmunizan pasivamente a los cachorros durante las primeras semanas de vida y éstos quedan inmunizados activamente con las vacunaciones.
El periodo más peligroso durante la vida del cachorro es durante las dos primeras semanas de vida.
La lactancia materna se debe prolongar, siempre que sea posible, hasta que los cachorros tengan un mes y medio o dos meses. Durante este periodo hay que proporcionar a la madre una alimentación de alta calidad y en cantidad suficiente para que cubra sus necesidades de nutrición y las de sus cachorros, sin debilitarse. La cantidad de alimento dependerá del número de cachorros que tenga. Si la madre no tuviese leche suficiente para amamantar a toda la camada, lo mejor es administrar a todos los cachorros un suplemento artificial. En cualquier caso, a partir de la tercera semana desde el nacimiento de la camada, podemos ir dando progresivamente a los cachorros una papilla de destete como complemento a la leche materna.
El destete debe hacer poco a poco, sin brusquedades. Puede empezarse a partir de la tercera semana y terminarse hacia la octava semana. Se puede realizar con papilla de destete o dando a los cachorros el mismo pienso que toma la madre, pero humedecido en agua hasta formar una papilla y a temperatura ambiente.
Una vez tenemos al cachorro en casa, hay que tener en cuenta que para él todo a su alrededor (incluso nosotros) es nuevo. Tendremos que tener mucha paciencia con él, hasta que se habitúe a su nuevo entorno.
Debemos seguir dándole el mismo alimento (de alta calidad) que tomaba en el criadero y si se lo queremos cambiar, hacerlo paulatinamente durante varios días. Lo mejor es darle de comer tres veces al día hasta que cumpla seis meses, dos hasta el año y una a partir de entonces. En razas propensas a la “torsión de estómago”, lo ideal es alimentar al perro dos veces al día durante toda su vida. Debemos dejar agua fresca y limpia siempre a disposición del perro.
No deberíamos sacar al cachorro a la calle hasta que éste tenga todas las vacunas que le correspondan y éstas le hayan hecho efecto. Los virus están en lugares por donde han pasado otros perros y en sus excrementos y orines. A los adultos vacunados no les afectan, pero a los cachorros mal protegidos o sin proteger, si que les afectan. Como norma general, antes de vacunar a un cachorro (o adulto) hay que desparasitarlo.
Los cachorros necesitan dormir y descansar mucho. Desde que llega a casa debemos proporcionarle un lugar resguardado donde se sienta cómodo y seguro y donde pueda dormir sin que se le moleste. Ese es un buen lugar para ponerle el agua y donde darle de comer. Lo ideal que esté cerca de sus dueños y no aislado. Por otro lado, hay que proporcionarle todo el ejercicio que necesite, pero sin forzarle. El cachorro debe hacer el ejercicio que quiera y cuando quiera.
El juego es fundamental para los cachorros. Ayuda a su desarrollo físico y psíquico. Le enseña a relacionarse con nosotros y con sus congéneres y potencia el desarrollo de sus instintos. Debe tener juguetes a su disposición. Si los adquirimos en un comercio, debemos asegurarnos de que sean irrompibles para el perro y que no se los pueda tragar. Desgraciadamente, muchos (la mayoría) de los juguetes que se venden como “adecuados para perros”, no lo son ya que el perro puede romperlos y tragarse sus partes y trozos con suma facilidad. Son “juguetes“pensados para atraer al dueño (y que por tanto los compre) por sus vivos colores, formas de alimentos o golosinas, etc., pero que probablemente ni sus fabricantes se los darían a sus perros. Los mejores juguetes para los perros, los que más les gustan y los más baratos, son los naturales: un palo, una piña, una rama, etc.
Educación del cachorro: La educación del cachorro no hay que confundirla con el adiestramiento. A un cachorro se le debe empezar a educar en la convivencia con los humanos a partir del segundo o tercer día desde su llegada a casa. El adiestramiento no se debería empezar hasta los seis meses. Por otro lado, las bases de una buena educación son las bases de un buen posterior adiestramiento.
La primera orden que hay que enseñarle es: “NO”, para a partir de ahí enseñarle en positivo.
Es muy importante la coherencia. A un cachorro no se le puede prohibir subirse al sofá un día y al día siguiente permitírselo. No se le puede regañar por haberse comido una zapatilla y al día siguiente darle otra. También es importante darle siempre las órdenes utilizando las mismas palabras.
Hay que tener mucha paciencia al enseñarle las normas básicas de convivencia. El cachorro no habla nuestro idioma y captará lo que esperamos de él por la repetición y por el tono de nuestra voz. Cuando haga lo que queramos que haga, habrá que felicitarle muy efusivamente para que se de cuenta de que eso es lo que queríamos que hiciese. No hay que castigarle mientras está aprendiendo una orden, pero si cuando estemos seguros que comprende perfectamente lo que esperamos de él y no quiere hacerlo; el los casos de clara rebeldía.
La mejor forma de educarlo es poniéndose uno en su lugar, tratando de pensar como pensaría él; teniendo un poco de psicología canina.